10/20/2010

Londres, una ciudad de película

Notting Hill, Covent Garden y el Leadenhall Market, entre otros, han sido escenenario en numerosas producciones cinematográficas
Imagen del Leadenhall Market, donde se rodaron algunas escenas del callejón Diagon de las películas de Harry Potter.

¿Quién no ha fantaseado alguna vez con pasear por Notting Hill al lado de Hugh Grant o acompañar a Harry Potter en sus compras por el callejón Diagon? Los más cinéfilos tienen bien claro que Londres no es sólo la capital del Reino Unido, sino que es un lugar cuyas baldosas han sido pisoteadas por actores de la talla de Julia Roberts, Colin Firth, Keira Knightley o Emma Thompson, que, bajo las órdenes de Woody Allen o Richard Curtis, han grabado momentos inolvidables en los rincones más bellos de esta ciudad.

Al oeste de Londres se encuentra uno de los barrios más emblemáticos por excelencia, donde los turistas preguntan por una librería donde se venden guías de viajes. Se trata de Notting Hill, la zona que da nombre a una de las películas más famosas de todos los tiempos. No muy lejos de esta tienda de libros hace su aparición el lugar donde se rodaron los exteriores de la casa donde vivía el personaje interpretado por Hugh Grant. Sin embargo, resulta un tanto decepcionante comprobar como la puerta azul que daba entrada a la vivienda ha sido sustituida por otra de diferente color. Un par de calles más atrás asoma el mercado de Portobello, tan bullicioso y mágico como se vislumbraba en la película.

Siguiendo en la línea de las comedias románticas, el barrio de Mayfair muestra en una de sus calles la iglesia donde se rodaron algunas de las primeras escenas de la película Love Actually. El director del largometraje, Richard Curtis, optó también por elegir los almacenes Selfridges, localizados en pleno corazón londinense, en Oxford Street, para grabar las escenas donde el personaje interpretado por Alan Rickman engaña a su mujer (Emma Thompson) comprando un collar de gran valor para su secretaria.

El centro de Londres ha sido protagonista también en la entretenida comedia El Diario de Bridget Jones. ¿Alguien se acuerda de una Renée Zellweger caminando al lado del metro con aire triunfante? Piccadilly Circus se acuerda y mucho, porque en sus paneles luminosos se podían leer frases de ánimo hacia la protagonista.

Pero no sólo de historias de amor y comedias puede hablar la ciudad de la eterna niebla. Dramas como Match Point se rodaron entre los encantos de Covent Garden, Mayfair y Notting Hill, entre otros. En concreto se podrían destacar como escenarios importantes el que se desarrolla en los exteriores del museo de arte contemporáneo Tate Modern, o la torre llamada “The Gherkin” (“El Pepino” para los españoles) o la Royal Opera House, en Covent Garden.

Harry Potter

Los más pequeños –y los no tanto- pueden presumir también de conocer los lugares donde Harry Potter y sus amigos compraban los útiles que necesitaban para ir a Hogwarts. El callejón Diagon, envidiado por todos aquéllos que alguna vez soñaron con ser magos, puede cobrar vida en el Leadenhall Market, a sólo unos metros de la parada de metro Monument. Quizá no podrán disfrutar de una cerveza de mantequilla o probar suerte encontrando la perfecta varita mágica, pero paseando por los rincones de este mercado se podrán sentir un poco más cerca del mundo mágico.

Además, para los más fanáticos, la estación de trenes King’s Cross esconde en uno de sus recovecos el lugar desde el que Harry y sus amigos accedían a la escuela de magia; sin embargo, el hecho de que el decorado del andén nueve y tres cuartos se halle en este rincón y no precisamente entre los números nueve y diez, descoloca un poco a los turistas que, con flashes en una mano y mapas de metro en la otra, se adentran en el bullicio de la estación.

No cabe duda de que Londres es una ciudad mágica y todas y cada una de sus esquinas tienen historias que contar. Es precisamente esa magia del Big Ben, el Tower Bridge o cualquier parque a las afueras, la que ha inspirado a tantos directores y productores que eligieron como fondo de sus creaciones la capital británica; porque Londres ante todo es una ciudad de película.

Covadonga Camblor
El Ibérico

Manchester, la ciudad inglesa con orgullo industrial

Conserva antiguas fábricas, construidas bajo el estilo propio de Lancashire, que junto a edificios modernistas llenan el centro de la ciudad


A medio camino entre la megalópolis de Londres y la rocosa y paisajística Escocia se encuentra Manchester, ciudad de un gran peso histórico, pero desconocida y escondida debajo de la alargada sombra de The Beatles proyectada desde Liverpool. La ciudad, descrita por George Orwell como “the belly and guts of the nation” (“la barriga y las tripas de la nación”), es una de las mayores urbes del país, con una área metropolitana de más de dos millones y medio de habitantes. Además, ofrece a todos sus visitantes un gran patrimonio histórico y cultural, con barrios llenos de mestizaje y rincones donde dejarse perder entre pinta y pinta para saborear la esencia mancuniana, marcada por su singularidad.

El eje cronológico de Manchester tiene resaltado en rojo su etapa dorada, la que va de mediados del siglo XVII hasta la actualidad. Destacan los años de la Revolución Industrial, período en el que la ciudad se erigió como epicentro industrial gracias a las fábricas de algodón (uno de los motes que tiene la ciudad es “Cottonpolis”, “Ciudad del algodón”) y su proximidad a la localidad portuaria de Liverpool, desde donde llegaban las materias primas a través de una red de canales construida expresamente para éste fin. Estos canales y molinos, que datan de los siglos XVIII y XIX, se encuentran en estos momentos en una lista provisional para entrar a formar parte del Patrimonio de la Humanidad de la Unesco. Además, se puede gozar de ellos en un curioso viaje en ferry desde Manchester hasta Liverpool, rememorando los puntos históricos de dicha época.

Toda esta tradición industrial dio a Manchester un gran impulso y patrimonio que hoy en día son palpables en cada esquina, con edificios dando aún la cara y un tejido de museos del todo interesantes, especialmente al ser gratuitos. Desde la Segunda Guerra Mundial, Manchester empezó a abrirse camino en otros sectores, erigiéndose como un gran centro educativo (es sede de tres universidades) y mediático del país (la BBC prepara un gran desembarco radiofónico para el próximo año). Los juegos de la Commonwealth en 2002 acabaron de darle un último empujón desde el punto de vista internacional.

Barrios y mestizaje
En la actualidad, Manchester es una ciudad llena de mestizaje, dado que cuenta con más de una quincena de comunidades étnicas, entre las que sobresalen los afro-británicos y los asiáticos. De ella, uno puede ser testigo con un simple paseo por los principales barrios de la ciudad. En el sur destaca Rusholme, o más conocido como la “Curry Mile”, suburbio lleno de sabores, olores y tonalidades procedentes de la intensa cocina hindú.

Limítrofe a este barrio se encuentra Fallowfield, el llamado barrio universitario, colectivo que supera las 25.000 personas durante el curso académico y que da un aire bien distinto a la ciudad. El ambiente en este barrio es más propio de un campus universitario que de una barriada inglesa. En el otro extremo de la ciudad se encuentra el Northern Quarter, el barrio de los artistas, que ofrece una amplia oferta de comercios de arte y ropa vintage y que, al mismo tiempo, escenifica el área más alternativa de la ciudad. Es un barrio de lo más exquisito que compite, mano a mano, con Castlefield, zona rodeada de canales y donde uno se aleja del ajetreo del centro, adentrándose en un laberinto de canalizaciones y jardines propios de cualquier ciudad bohemia. Merece mencionarse también la Gay Village, el “barrio gay”, un centro de ocio nocturno y con una gran actividad social y cultural dentro de la agenda pública de la localidad.

Manchester conserva antiguas fábricas construidas bajo el estilo propio de Lancashire, caracterizado por el ladrillo rojizo-marrón, ventanas alargadas y grandes adornos en la parte alta de las construcciones, que en conjunto con los edificios modernistas llenan el centro de la ciudad de oficinas y hoteles. Las numerosas iglesias (que aparecen en cualquier rincón) y algunos edificios emblemáticos, como el del ayuntamiento local, otorgan a Manchester una mezcla ciertamente interesante, que bajo la luz de un intenso día de sol puede dejar grandes fotografías para el recuerdo.

Ahora bien, todo esto puede quedar en segundo plano por la proximidad de Liverpool y la vasta sombra de The Beatles, difícil de combatir, y las pocas probabilidades de gozar de unos días de bonanza climatológica. Manchester está rodeada de Los Pennines, un sistema montañoso que tiñe de un clima húmedo la zona, dejando una media de más de 15 días de lluvia al mes y mantos blancos de nieve en invierno.

De esta manera, la ropa de manga larga y alguna que otra chaqueta, junto con el paraguas, son elementos indispensables para un viaje a Manchester. Aún así, ni la lluvia ni el frío pueden deslucir un aventura que nos ofrece incontables placeres gastronómicos, escondidos entre los muchos take away, y que al mismo tiempo nos permitirá adentrarnos en culturas lejanas, dejando cualquier contratiempo climatológico en una mera anécdota.

Rubén Martínez
El Ibérico

CASA trae el mejor teatro latinoamericano a Londres

El Festival de Teatro Latinoamericano Casa se celebrará por tercera vez del 9 al 13 de noviembre en el teatro Oval House


El Festival de Teatro Latinoamericano Casa, que celebra su tercera edición, trae a Londres cuatro obras teatrales que han triunfado recientemente en el subcontinente americano y que han sido galardonadas con varios premios. Cada una, con procedencia de un país diferente, Argentina, Uruguay, Colombia y El Salvador. A diferencia de las ediciones anteriores, en las que las piezas eran adaptadas e interpretadas en inglés, esta vez serán puestas en escena por las compañías teatrales originales, en español. Para las cuatro éste será su debut artístico en el Reino Unido.

Además de estas obras, con varios pases cada una, habrá un elemento extra en el festival, el Casa Nuestra Scratch Festival, cuyo objetivo es encontrar el mejor talento teatral latino en el Reino Unido para darle la oportunidad de hacerse notar. El evento tendrá lugar el 11 de noviembre y consistirá en la interpretación de seis obras de quince minutos cada una. De ellas, los responsables del festival y el público elegirán una, a cuyos creadores Casa ayudará para desarrollar una función original que se estrenará en la edición del festival en 2011.

Así mismo, la cafetería del teatro se convertirá en un centro de recreo artístico donde se podrá degustar comida latina, escuchar música en directo y poesía declamada, u observar demostraciones de arte visual, entre otras actividades. El teatro donde tendrá lugar el festival es Oval House, situado entre las estaciones de metro de Vauxhall y Oval.

La obra procedente de Argentina, de la compañía Timbre 4, se titula “Tercer cuerpo” y está dirigida por el aclamado director Claudio Tolcachir. El tema fundamental de esta pieza es el amor mezclado con la soledad, y ha recibido varios premios importantes, entre ellos los de Mejor Actor y Mejor Dramaturgo en el Festival Teatro del Mundo.

De Uruguay llega Teatro del Alambra con la obra “Cabrerita”, de Eduardo Cervieri, uno de los más respetados creadores de teatro uruguayos. Cuenta la historia vital del genial artista visual Raúl Javier Cabrera y ya ha recorrido Latinoamérica y Europa, recibiendo el Premio Florencio al Mejor Actor y Mejor Obra por parte del Teatro Nacional de Uruguay.

La obra colombiana viene de la ciudad de Cali y se titula “Acéfalos”. Se trata de una representación visual con elementos de danza que explora la violencia y la muerte en Colombia, y su director, Diego Fernando Montoya, fue galardonado con el premio al Mejor Director en el Sexto Festival Nacional de Teatro de Cali. La compañía responsable, Teatro del Presagio, es conocida como una de las más innovadoras y experimentales del teatro colombiano.

El Salvador, por su parte, viene con La Regla Teatro y trae “El secreto más terrible”. Su protagonista es el reconocido actor salvadoreño Rene Lovo, que narra en forma de monólogo un secuestro político acaecido durante la dictadura y ofrece una interpretación conmovedora y desgarrada, con un final inesperado. Se trata de una adaptación libre de la obra maestra “Potestad”, del argentino Eduardo Pavlovski.

Los orígenes del Festival Casa se remontan al año 2001, cuando Daniel Goldman, su Director Artístico, viajó a Buenos Aires para estudiar uno de los cursos de su carrera universitaria de Literatura Española y Portuguesa en Cambridge. Siendo mitad inglés y mitad francés, aprendió a hablar español perfectamente, tanto que parece un auténtico porteño y cuesta adivinar su leve acento. De esta experiencia vital surgió su pasión por el teatro latinoamericano, estudiando Dirección y Arte Dramático y convirtiéndose en director escénico (actualmente dirige la compañía teatral Tangram).

Teatro latino en Londres
Daniel observó que el arte latino estaba bien representado en el Reino Unido, aunque no el Teatro. También observó que las obras latinas tenían un fuerte componente social y político, algo no tan presente en la escena británica. Sabiendo esto, se puso en marcha para hacerlo visible y fundó Casa. La idea fundamental era dar a conocer lo mejor del teatro latino a la audiencia británica, y así hicieron, en el idioma inglés, en 2007 y 2008, no así en 2009 y 2010. De hecho, no hubo festival en 2009.

Daniel empezó a preguntarse qué era realmente el teatro latino y si ésa era la mejor forma de darlo a conocer aquí. Reflexionando llegó a la conclusión de que las obras tenían que representarse en su idioma original para acceder también a las audiencias latinas asentadas en Londres, que pueden no dominar el inglés, y hacerlas accesibles para todos los tipos de público, salvando las barreras monetarias de los altos precios que rigen en el West End. El precio de la entrada son 12 libras, 6 con concesión.

Ésta es la filosofía que impregna el Festival Casa 2010, el traer el mejor teatro latino y hacerlo asequible a todos, tanto la audiencia británica como la latina. Las cuatro obras elegidas son una buena y variada muestra en este sentido, con ingredientes socio-políticos y también temas universales, extrapolables, protagonizados por el género humano como tal. Las obras se representarán en español con subtítulos en inglés.

Las compañías de teatro trabajarán gratis, únicamente con los gastos del viaje y la estancia cubiertos por el festival, en el que todos trabajan de forma voluntaria. La financiación es un tema importante para Daniel Goldman, que siempre ha considerado que falta apoyo al teatro latino por parte de las instituciones británicas. De hecho, su recurrente deseo de involucrar a las autoridades acaba de fructificar en la concesión de una ayuda monetaria del Council Arts, de la que Daniel está muy orgulloso.

Ya dijo Calderón de la Barca aquello de “toda la vida es sueño, y los sueños, sueños son”. A veces, los sueños, también se convierten en realidad.

Berta Barona
El Ibérico

Ska-p revolucionó el HMV Forum en Kentish Town



Con puntualidad, unos ritmos y poco a poco en escena. En la pista, gritos y aclamos. Así hizo su aparición Ska-p el pasado 14 de octubre en el HMV Forum, en Kentish Town. “¿Preparados para la estampida? ¡Come on!” gritó Pulpul, la voz principal de la banda. Como no podía esperarse de otro modo, la respuesta inmediata del público fue un estruendo grito afirmativo que se manifestó, además, con lo que parecía desde fuera una cadena humana masificada en continuo movimiento y en la que los brazos hacia arriba intentaban llegar al techo.

Más de una de las más de las alrededor de mil personas que asistieron, según dato del promotor del evento, seguro que sintió al día siguiente las agujetas por no parar de brincar durante las dos horas que duró el concierto. Y es que, el sonido arrollador de las guitarras, las dos trompetas y la batería, junto a un juego de luces, logró una combinación espectacular del grupo en escena.

Así, más que un simple concierto, Ska-p ofreció a los asistentes su espectáculo de luces, colores y fuertes ritmos rockeros. En parte, esto se debió también a los continuos disfraces de “el hombre de las mil caras”, como así lo llamó Pulpul al presentarlo, Pipi. Este se atrevió incluso a salir disfrazado subido en altos zancos. En cierto modo, los disfraces iban acorde con algunas de las reivindicaciones sociales habituales de la banda, como el disfraz del Tío Sam o el de un chimpancé vestido de policía.

El feeling de la banda con el público podía palparse en el ambiente. Y es que, el concierto, además de llegar a convertirse en un show, también hizo las veces de meeting social, en el que la banda aprovechó para mostrar sus luchas sociales y el público aclamaba cada una de sus reivindicaciones.

Lo que sí quedó lo suficientemente claro es que Ska-p es un grupo internacional. Lejos queda el pensar que las mil personas que asistieron eran españoles. Italiana, latinoamericana, inglesa y polaca, eran algunas de las nacionalidades de la gente que los fue a ver.

En cualquier caso, todos brincaron sus canciones. Una de las más conocidas, “Legalización”, sonaba a los treinta minutos de concierto y revolucionó, si cabe, aún más la sala. Media hora más tarde se oía su conocido “Vals del obrero” y la euforia fue máxima. Cuando llevaban una hora y media en total Pupul gritó: “Hasta siempre amigos”; el público reaccionó botando en actitud de rebeldía y con un fuerte estruendo de palmas. Pero Ska-p se resistía…. Hasta que un haz de luz iluminó a Pulpul: “¡Pues claro que sí! ¡Resistimos!” y allí estaban otra vez.

Pero veinte minutos después el final se avecinaba, aunque muchos no esperaban ese fin del concierto. En este caso, no hubo más disfraces. Varios componentes de la banda se quedaron en ropa interior y se mostraron al desnudo, tal cual son.

Beatriz García
El Ibérico

10/07/2010

Liverpool, combinado explosivo de beatlemanía y fútbol


Con ocho siglos de historias, esta ciudad es conocida como el segundo puerto de Inglaterra. Su Pier Head es Patrimonio de la Humanidad

El corazón de Liverpool late a ritmo de los Beatles y al compás del “You’ll never walk alone”, el himno de su mítico equipo de fútbol. Con dos alicientes de este calibre está más que de sobra justificada la visita a esta localidad del norte de Inglaterra. Para ser honestos, salvo algunas excepciones, Liverpool no destaca precisamente por su belleza arquitectónica. A primera vista la ciudad produce cierta sensación de decadencia y abandono, con edificios a medio construir o semiderruidos y una mezcla caótica de estilos, pero estos pecados son de sobra perdonados cuando uno va hasta allí en busca de los orígenes de The Fab Four o hechizado por la leyenda de Anfield, uno de los grandes templos del fútbol.

Londres está muy bien comunicado con Liverpool, pero el trayecto es largo así que lo mejor es dedicar por lo menos dos días a esta escapada. Desde Victoria Coach Station hay autobuses que hacen el recorrido en cinco horas aproximadamente. En tren, desde la estación de Euston, el viaje puede durar entre dos y cuatro horas, dependiendo de las paradas. Una vez allí, lo mejor es encaminar los pasos hacia la zona del muelle, a orillas del Mersey, para admirar la parte más monumental y bonita del casco urbano.

Albert Dock
Con ocho siglos de historias a su espalda, Liverpool es conocida como el segundo puerto de Inglaterra. El Pier Head es una zona declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO y en ella se levantan imponentes edificios que le dan un aire muy elegante. La parte más atractiva es la de Albert Dock. Allí se concentran un gran número de tiendas, restaurantes y museos, como el Maritime Museum y la Tate Liverpool, una gran galería de arte contemporáneo.

De todos ellos, el lugar que acapara más la atención de los turistas es The Beatles Story. Largas colas de gente se forman a la entrada del museo, que ofrece a los visitantes un viaje por la historia del grupo musical más popular de todos los tiempos, desde su nacimiento hasta su disolución. La entrada cuesta casi 13 libras para los adultos e incluye audioguías; el Fab4D, una atracción con animación en tres dimensiones y efectos especiales, y la entrada a la exposición “White Feather: The Spirit of Lennon”, una colección de recuerdos que, entre otras cosas, cuenta con la colección de discos de oro de la banda. Por cierto, a diez minutos de The Beatles Story, en el Chavasse Park, nos podemos hacer la foto típica con el Yellow Submarine, un monumento que recuerda una de las canciones más famosas de The Beatles.

The Cavern Club
Otra visita imprescindible para los fans del grupo es the Cavern Club, ubicado en la parte más céntrica de la ciudad, en Mathew Street. Es mundialmente conocido por ser el lugar donde nació la leyenda de The Beatles y donde tocaron varios de sus primeros éxitos. Hay que decir que este pub es realmente sólo una reproducción del original, construido a finales de los años cincuenta. Allí, además de John Lennon y compañía, actuaron algunos de los grupos más famosos de las últimas décadas como The Rolling Stones y The Who y de su paso queda huella en las múltiples fotografías y recuerdos que decoran el actual The Cavern. Con entrada gratuita, es un lugar ideal para tomarse unas copas y de paso disfrutar de alguna actuación musical en vivo de bandas locales.

Anfield
Los aficionados al deporte no pueden irse de Liverpool sin admirar el legendario Anfield, el estadio del Liverpool Football Club. Si puede ser un día de partido, mejor que mejor, aunque conseguir entradas en este caso puede ser casi misión imposible. Seguro que muchos futboleros se emocionarán sólo con leer el lema del himno del Liverpool escrito en lo alto de la puerta principal.

Cientos de miles de personas se acercan cada año hasta este estadio, uno de los más antiguos del mundo, más ahora que no queda mucho tiempo para que cierre sus puertas tras darse el visto bueno a la construcción de uno nuevo cerca del parque Stanley.

Lo más recomendable es reservar la visita a través de su página web: www.liverpoolfc.tv/tours . El estadio está a las afueras de la ciudad, por lo que hay que coger el autobús para llegar hasta allí. La entrada al museo y el tour de 45 minutos por las instalaciones cuesta algo más de 10 libras. Se visitan los vestuarios, la sala de prensa, se salta al campo por el túnel donde lo hacen los jugadores y se da un paseo por The Kop.

Y como no sólo de música y fútbol vive el hombre, para terminar la visita a Liverpool tenemos alguna otra sugerencia. La ciudad tiene dos imponentes catedrales de arquitectura singular, la Metropolitan y la Liverpool Anglican Cathedral. Esta última es la catedral más grande de Reino Unido y una de las más altas del mundo con una torre desde la que se puede admirar la puesta de sol. Es una buena forma de despedirse de esta ciudad que conquista, más que por su apariencia, por su espíritu.

Maite Alvite Buigues
El Ibérico

El diseñador español Jaime Hayón participa en el London Design Festival 2010



Ha presentado su colección de muebles y objetos de decoración para la firma de lujo Sé

El polifacético diseñador Jaime Hayón presentó su colección más completa de muebles y objetos de decoración para la firma de lujo Sé como parte de las más de doscientas exposiciones que se presentaron, durante nueve días, en el London Design Festival (LDF) de este año.

Jaime Hayón ha plasmado una vez más en su último trabajo las líneas exquisitas y las cualidades excepcionales a las que nos tiene acostumbrados, sin olvidar la comodidad y funcionalidad de las piezas. Esta obra ha sido posible gracias a la colaboración de Pavlo Schtakleff, director de Sé, empeñado desde hace tiempo en hermanar la artesanía y la tecnología de la mano de artistas destacados del mundo del diseño y de expertos fabricantes.

“Conocí Sé mientras seleccionaba diferentes elementos para un proyecto de decoración de un espacio interior. Me impresionó la calidad y el confort de las piezas, así como el espíritu de la compañía. Surgió la conversación sobre la falta de elección de ciertos elementos de interior y ésta nos llevó, un año más tarde, a la realidad de la Sé Collection by Jaime Hayón” comentaba el artista madrileño al preguntarle sobre su colección para Sé.

Hayón ha creado su muestra de mesas, sillas y sofás con las mejores maderas, metales, tejidos y mármoles. Es una colección de líneas sobrias, modernas y, a la vez, muy clásicas. Con una mixtura de delicadeza y solidez; no hay rigidez en sus creaciones, pero sí firmeza gracias a materiales como el bronce. Los colores que utiliza Hayón son suaves, aunque con fuerza. Tonos ocres, grises, negros y blancos de formas puras, pero curvilíneas, redondeadas, en una perfecta armonía y elegancia que invitan a la calma.


El artista
Jaime Hayón es una mente inquieta y, como tal, su obra es extensa y se ha atrevido con casi todo en el ámbito del diseño. Su repertorio va desde el diseño de muebles al diseño de espacios e interiores.

Ha colaborado con la española Camper en el diseño de zapatos y de los interiores de sus tiendas y ha cambiado de arriba a abajo el aspecto de la mítica terraza del Casino de Madrid, tomando objetos del pasado, del presente y del futuro, lo que ha resultado en un espacio en blanco y negro entre el elegante barroco y el moderno contraste de estos dos colores. Ha realizado el boceto de juguetes, ha colaborado con Swarovski y es consultor creativo de la legendaria firma de cerámicas Lladró, bajo cuya marca tiene también su propia colección de porcelanas The Fantasy.

Hayón, que actualmente reside en Londres, estudió diseño industrial en Madrid y en París. Antes de llegar a Fabrica con una beca, la mítica fábrica de talentos del señor Benetton, valga la redundancia, desarrolló su carrera en ciudades como Los Ángeles.

Su primera colección fue "Mediterranean Digital Baroque" en la London’s David Gill Gallery, una colección en su mayor parte de cerámica, seguida de Mon Cirque, que viajó a Frankfurt, Barcelona, París y Kuala Lumpur y que fue la colección que puso al artista en la primera línea de diseñadores internacionales y la que desdibujó los límites entre el arte, la decoración y el diseño, situando los objetos en el contexto contemporáneo de la cultura del diseño.

Sé London
La colección de Hayón para Sé ha sido posible gracias a la particular visión de esta firma de lujo a la que el mismo artista ha definido como “la alta costura del mueble”. Observando su trabajo, uno percibe que los objetivos de Schtakleff se han alcanzado: Sé ha conseguido plasmar valores del pasado como durabilidad, artesanía y acabados manuales con la inteligencia contemporánea, el glamour y con un toque de fantasía, conectando el mueble del futuro con sus ancestros.

Sé, como en "Collection by Jaime Hayón", apuesta en el campo de la tecnología y los materiales para fundir al lenguaje clásico de sus muebles con un espíritu de innovación y trabajando con un rango prominente de diseñadores para alanzar el nuevo espíritu en muebles, como la colección de Hayón a la que define como “objetos de lujo confortable con una fuerte identidad todavía clásica en su habilidad de adaptarse a una variedad de entornos”.

London Festival Design
Jaime Hayón también ha presentado algunas de sus piezas en exclusiva para Bernhardt Design, en colaboración con Brands Limited, dentro del programa del LDF 2010 y ha formado parte del ciclo de conferencias de diseño internacional Smart2 del local Sketch en las que, según la organización, participan “las mayores mentes creativas del siglo XXI”.

Sin embargo, no es la primera vez que Jaime Hayón expone en el LDF. Todavía muchos londinenses y no londinenses recuerdan la impresionante exposición “The Tournament”. Un ajedrez gigante que se ubicó en Trafalgar Square durante la edición del festival del año pasado, con el que el artista ofrecía su punto de vista personal sobre la histórica batalla de Trafalgar y reflexionaba sobre símbolos británicos como el rey, la reina y las torres. 32 piezas únicas de cerámica pintadas a mano por Hayón con imágenes de algunos de los edificios más emblemáticos de Londres, en colaboración con las compañías Bosa y Bisazza.

El LDF 2010 cerró sus puertas el pasado 26 de septiembre y los amantes del diseño esperan ya impacientes su próxima edición. Mientras tanto, el multidisciplinar Jaime Hayón seguirá dando rienda suelta a su creatividad y nos seguirá sorprendiendo con su universo de ideas.

Gema Moral
El Ibérico

Anna Bosch: “Me gusta mucho pasear entre Westminster y Borough Market, que es como las Ramblas, pero a lo bestia”


Anna Bosch, corresponsal de TVE en Londres, frente a los estudios históricos de la BBC en Langham Place, un edificio que forma parte de sus mitos profesionales.

Cuando uno se la cruza por la calle no lo duda: ¡es Anna Bosch! El suyo es uno de los rostros auténticamente reconocibles para todos los españoles. Su cara ni se olvida ni se “traspapela” (“¿dónde la he visto?”). Barcelonesa de 1963, Anna empezó a aparecer en las pantallas de Televisión Española hace más de veinte años, después de haber iniciado su carrera profesional en Antena 3 Radio, pasando por Radio Avui y Radio Barcelona-Cadena Ser. Reportera de los distintos Telediarios y de Informe Semanal, como más nos hemos acostumbrado a verla en los últimos años es como corresponsal, entre las que es una de las “grandes”: Moscú, Washington y, desde hace poco más de un año, Londres, ciudad de la que lamenta no poder disfrutar tanto como quisiera por las servidumbres del directo y la necesidad de estar disponible siempre que la noticia lo requiera.

Llevas viviendo desde agosto de 2009 en Londres, pero imagino que ya conocías la capital británica…

Sí. Como tantos otros españoles he venido aquí como turista en varias ocasiones, en verano, para aprender inglés… ¡Lo típico! La primera vez debió ser a mediados de los 80, con veinte años. Imagino que en 1983 o 1984.

¿Has encontrado muy cambiada la ciudad?
¡Sí! Además hacía varios años que no venía y lo que más me ha sorprendido es que Londres se ha “continentalizado” o “afrancesado” bastante. Yo recuerdo una ciudad en la que no había tantas terrazas como hay ahora y en donde la gama de supermercados que podías encontrar era mucho más restringida, al igual que la variedad de productos.
Ahora hay mucho más de todo: puedes encontrar productos de todas partes e, incluso, ¡te dejan tocar la fruta! Recuerdo que antes no te dejaban hacerlo y ¿cómo vas a comprar una naranja si no la tocas? La gastronomía también ha cambiado profundamente. Ahora disfrutan de ella y resulta mucho más fácil encontrar restaurantes de las más variadas procedencias.

¿Eres de las españolas que echa de menos el jamón o, por el contrario, eres de las que no se imagina volviendo a España?
A mí me gusta vivir fuera de España, eso que quede claro. Es como si te quitaras un peso de encima. Pero sí: echo de menos la comida. En mi caso, el pescado. Ahora te puedes traer todo el jamón que quieras en la maleta. El problema con el jamón lo tienes en Estados Unidos.
Lo que para mí es un problema es el pescado. Aquí hay muy poca variedad y echo de menos todos los tipos que tenemos a nuestra disposición en España.

¿Cómo te tomaste la propuesta de venir a trabajar a Londres como corresponsal de TVE?
Personalmente, Londres, con respecto a Washington, donde estaba destinada anteriormente y pasé cinco años, tenía la ventaja de estar mucho más cerca de la familia y los amigos: en dos horas estoy en avión en Barcelona. Y para ellos lo mismo: les resulta mucho más barato y sencillo venir.
Profesionalmente, lo que me daba más miedo (y me sigue dando) de esta corresponsalía –porque no todas tienen el mismo tipo de perfil ni la misma demanda de información desde la redacción central– es el peso tan grande que tiene en el Reino Unido la prensa amarilla, que arrastra a todos los medios internacionales. Aquí hay una gran cantidad de noticias que no merecen siquiera esa denominación o, incluso, informaciones que al cabo de un mes se descubre que son inventadas… Ese era mi mayor recelo: el poder de arrastre de ese tipo de prensa y que se generara mucha demanda de información sensacionalista. Afortunadamente, no me ha tocado mucho: hay tantas noticias importantes de verdad, políticas y económicas, que no me he visto afectada.

¿Los colegas británicos te preguntan por la mujer de Clegg?- A los periodistas británicos les hace mucha gracia la importancia que se le da a Clegg en España por el hecho de que su mujer sea española. Les hace gracia el nivel de estrellato que tiene allí.

¿Cuánto tiempo llevas alejada de España?
Estuve de 1998 a 2000 en Moscú y luego, en agosto de 2004, me destinaron a Washington y allí pasé cinco años.

¿Cómo fue tu llegada a Londres?
La gente me preguntaba que qué tal me estaba adaptando a Londres y yo tengo que comentar que, en mi caso particular, no me tenido que adaptar a Londres desde el punto de vista español, sino desde el americano. Washington es una ciudad muy peculiar, con el “American way of life” muy acentuado. Allí todo es amplio, con distancias enormes y hay que ir en coche a todas partes. Curiosamente, yo me adapté muy bien a aquello y mi nuevo proceso de reciclaje ha sido más complicado. Aquí todo me resultaba estrecho, extremadamente concurrido y hacinado. Se me había olvidado que no todas las casas tienen ascensor, que tienes que volver con las bolsas de la compra en la mano, porque aquí no puedes ir con el coche al supermercado, ya que en Londres no sólo no es práctico, sino que el tráfico es toda una penitencia. Y, ¡ojo!, que me parece estupendo que sea así y que debas evitar el coche.
He tenido que hacer todo un reciclaje de mi vida americana, tranquila, a una vida bulliciosa. Además, en Washington fueron cinco años de prácticamente sólo información política, estadounidense e internacional. Todo política. En Londres, en cambio, la política no pesa tanto porque ya no es el Imperio; Londres políticamente ya no pesa tanto en el mundo, pero en cambio hay un espectro temático amplísimo que cubrir: política, economía, cultura, espectáculos, moda, sociedad, sucesos (lo que más pánico me da)… y… ¡Fútbol! Estoy aprendiendo mucho de fútbol desde que estoy en Londres.

¿Dónde vivías en España?
Yo soy barcelonesa, de Sants, un barrio cerca de la montaña de Montjuic y la plaça d’Espanya. Soy una chica de barrio. Y en Madrid he vivido unos años por Diego de León, otra época por la carretera de Canillas y, finalmente, me pude permitir el lujo de vivir unos años en la plaza de Oriente. ¡Soy bastante urbana! Por eso estoy tan sorprendida de haberme adaptado tanto a la vida americana, con espacios amplios y oyendo los pajaritos y que, después, me haya costado un poco regresar a ese tipo de vida.

Y ahora, ¿en qué zona vives y por qué la elegiste?
Siguiendo el consejo de todos los corresponsales que me han precedido vivo relativamente cerca de la oficina, en la zona de Paddington y Regent’s Park, porque tenemos unos horarios tan laxos que te pueden obligar a empezar a trabajar a las 7 de la mañana o acabar a las 10 de la noche.

¿Tu trabajo te permite disfrutar de Londres?
¡Mucho menos de lo que me gustaría! No tengo tiempo para ver ni los museos ni las exposiciones que me gustaría ver. Por ejemplo, en un par de ocasiones que tenía entradas para el teatro, entre semana, he tenido que regalarlas porque me tocaba entrar en directo en el Telediario de la noche. La contrapartida del corresponsal es que no puedes apagar el móvil y no puedes hacer planes. Incluso te puede tocar trabajar el fin de semana, si ETA le da la exclusiva de la tregua a la BBC o si viene el Papa de visita a Londres…
Tengo mucho menos tiempo libre del que quisiera para poder disfrutar de la enorme oferta cultural de Londres.

¿A qué te dedicabas cuando venías a Londres como turista?
Yo soy, fundamentalmente, de teatro, museos y exposiciones. Todavía no dominaba el inglés y, sin embargo, me atrevía a ver “La ratonera” de Agatha Christie o “Los miserables”. Incluso fui a ver actuar a Peter O’Toole, aunque me costara seguir la trama.

Y ahora, ¿en qué ocupas tu tiempo libre?
Hay una cosa en la que me he asimilado completamente a los británicos: en cuanto hay una mínima temperatura que lo permite y no llueve, salgo como una posesa a una terraza o a un parque. En abril hice mi primer picnic. Disfruto muchísimo de los parques y lo que más me maravilla es que somos muchos los que hacemos lo mismo, pero nadie te molesta. La gente es muy respetuosa con el que está al lado. Es muy raro, incluso, que si tienes una familia con niños al lado estos te molesten. Ya me gustaría que en las playas españolas hubiese ese mismo respeto en espacios en los que hay tanta gente junta.

¿Es eso lo que más te llama la atención de Londres?
Si tuviese que destacar dos cosas que me gustan de Londres, la primera sería la absoluta libertad estética existente. La gente sale a la calle como le da la gana y nadie le presta atención, por estrafalario que sea. Eso contribuye a generar una sensación absoluta de libertad.
Lo otro, ligado con esto y con lo que decía anteriormente de los parques, es la sensación de respeto al otro: que nadie te moleste. La frase aquella de que mi libertad acaba donde empieza la del de al lado encuentra aquí el equilibrio perfecto.

¿Cuáles son tus zonas favoritas?
En un año en Londres una todavía es nueva. La ciudad es enorme, con muchos rincones y zonas diferentes y sería prepotente, por mi parte, dar consejos. Hay demasiada ciudad para conocerla en un año.
Eso sí, en cuanto a lo que me gusta de lo que conozco, destacaría los parques, cualquiera, sobre todo en primavera. Aquí tienen una gran pasión por las flores y puedes encontrarte con cinco floraciones diferentes en primavera.
Me gusta también callejear, algo que no podía hacer en Washington. Ponerme a andar y fijarme en las tiendas, en la variedad de gente, de culturas, de etnias, de estéticas que puedes ver por las calles. Cuando acabo un reportaje, si tengo tiempo, aunque esté lejos, regreso a la oficina andando para poder callejear.
Me gusta mucho el Southbank, pasear entre Westminster y el Borough Market, que es como las Ramblas, pero a lo bestia: gente cantando, haciendo malabares o esculturas de arena en las orillas del Támesis, incluso exposiciones al aire libre. Es una parte muy mediterránea dentro de Londres.
Me gusta también, aunque suene muy pijo, acercarme a Primrose Hill, que es una callecita muy coqueta situada en una colina desde la que puedes ver Londres desde lo alto. En todas las ciudades me gusta encontrar un punto que te ofrezca una perspectiva de la ciudad. Y en Londres ese punto es Primrose Hill.
Tengo, además, como rincón entrañable para mí, los estudios de BBC Radio en Langham Place. Son los estudios históricos, la Broadcasting House, donde Churchill grababa los discursos durante la Segunda Guerra Mundial, donde De Gaulle hizo su famoso pronunciamiento en junio de 1940 llamando a la resistencia, y donde la resistencia francesa grababa y emitía los mensajes en clave, aquellos mensajes que empezaban con el legendario “Ici Londres. Les Français parlent aux Français”. Mi pequeño homenaje ha sido titular mi blog londinense “Aquí Londres” y hacer una pequeña reverencia -figurada- cada vez que paso por delante del edificio que está a cinco minutos de la corresponsalía de TVE en Londres.

¿Aprovechas las bicicletas con las que el alcalde ha inundado la ciudad?
Soy poco aguerrida. La bicicleta en ciudad me da miedo. Prefiero andar. Aunque, uno de los mayores placeres que encuentro en Londres y que es barato es ir en el piso de arriba de los autobuses. Disfruto como una niña en un parque de atracciones. La contrapartida es que los sufro en mi casa, el ruido tremendo que hacen, porque tengo muy cerca una parada de autobús.

¿Hasta cuándo vas a estar en Londres?
¡Eso hay que preguntárselo a mis jefes! Ellos son los que deciden. Sé que voy a estar un año más, eso seguro, pero después no sé. No puedes elegir. En todo caso, puedes elegir decir no. Pero yo, desde luego, no me puedo quejar.

¿Preparada para el invierno?
¡Nunca! Pero lo peor no es ni el frío ni la lluvia. Lo que más echo en falta es la luz. Soy muy mediterránea y la necesito. Dentro de un mes ya es de noche a las cuatro y media de la tarde y eso lo llevo mal.
En contrapartida, cuando llega mayo disfruto muchísimo, porque amanece a las cuatro de la madrugada y el día es larguísimo.


Jesús Rodríguez Lenin
www.elespectaculoteatral.es

Calidad y grandes visitas, en el 'London Spanish Film Festival'


Abrió el telón ‘Celda 211’, pisaron el escenario Maribel Verdú y Carlos Saura y cerró ‘Room in Rome’

El 24 de septiembre abría sus puertas la sexta edición del London Spanish Film Festival. A la entrada del Ciné Lumière, en el Instituto Francés, se agolpaban unos y otros para conseguir una de las últimas entradas para la inauguración con Celda 211. La expectación estaba bien fundamentada; la ganadora de los Goya fue un récord de taquillas en España, el tercer mejor estreno de 2009. Al día siguiente, 25 de septiembre, Maribel Verdú se subía al escenario para ser entrevistada ante el público, antes de la proyección de la película Tetro. Fue una lástima, sin embargo, que al acto de inauguración no pudiera asistir ningún actor o el director de Celda 211, Daniel Monzón, como estaba programado. En su lugar, Isabel Santaolalla, profesora de Spanish and Film Studies en la Universidad de Roehampton, dio una breve introducción.

Está claro que Celda 211, que se posicionó entre las tres candidatas para representar a España en la categoría de mejor película de habla no inglesa en la 83 edición de los Óscar, no es una más. Luis Tosar ya nos tiene acostumbrados a sus camaleónicas actuaciones, pero no perdamos de vista el papel protagonista de Alberto Ammann, que rompe en pantalla con una fuerza interpretativa que va de la mano del maestro Tosar. Para especiar un poco más el plato fortísimo de Celda 211, Carlos Bardem, Antonio Resines y un nutrido grupo de ex-convictos reales aderezan el manjar.

El segundo día del festival estuvo marcado por la visita de Maribel Verdú y la proyección de la película Tetro. Maribel Verdú habló de su experiencia con Francis Ford Coppola, director del filme, de las dificultades en esta película por su nivel de inglés “aún peor que ahora” -se mofó ella misma-, y realizó un pequeño recorrido por algunos de los largometrajes que ha protagonizado.

La actriz mostró su lado más natural, dentro de lo posible por ser la primera vez que hablaba “en inglés al público” y estar “un poco nerviosa”, según confesó. Maribel Verdú, sin embargo, salió del paso por su sinceridad y por su falta de complejos y aseguró que tuvo que aprenderse “de memoria” el guión de la película de Coppola, hacia el que mostró un sumo respeto y calificó como “increíble. Es un gran director”.

Durante su charla, se proyectaron secuencias de Amantes (1991), La buena Estrella (1997), Y tu mamá también (2001). La actriz habló de cada una de ellas con cierta añoranza y cariño. De la primera, aseguró que es una de sus “películas favoritas” y no dudó en mostrar su afecto por Vicente Aranda, su primer director. Del filme Y tu mamá también la actriz manifestó tener “recuerdos increíbles” y reconoció que gracias a esta película ha tenido “muchas oportunidades” en su vida y en su trabajo.

A la pregunta de qué tipo de papeles le atraen más, Maribel Verdú confesó que le gustaría “hacer comedia, pero en España este género es diferente. He hecho siempre dramas, dramas… Me siento cómoda dentro de esto, pero me gustaría que los directores me ofrecieran roles que no tuvieran nada que ver con lo que he hecho antes”.

La actriz bajó del escenario para dar paso a la película Tetro, pero no fue el primero de los filmes que protagoniza que se han proyectado en el festival. Ya el día anterior se proyectó Siete mesas de billar francés y, en total, han sido seis las que han compuesto el ciclo dedicado a ella. Junto a las ya citadas, se ha podido disfrutar en el Ciné Luimiere de El laberinto del Fauno, La buena estrella y Oviedo Express.

‘Ventanas’
La edición seis de este festival ha mantenido su mirada específica hacia el cine catalán con ocho películas, entre ellas Dieta Mediterránea, Ingrid y Family Strip. El director y productor de esta última (ganador de la Palma de Oro 2010 en Cannes por Uncle Boonmee Who Can Recall His Past Lives) estuvo a disposición del público tras la película.

Como novedad, este año el festival estrenó un ciclo de cine vasco, en el que ha destacado La máquina de pintar nubes, de Aitor Mazo, cuya historia transcurre durante el políticamente agitado verano de 1974. Otra de las películas seleccionadas ha sido Balenciaga. Por otro lado, el género documental ha sido claramente uno de los protagonistas de esta sexta edición, con el homenaje de Arantxa Aguirre al coreógrafo Gil Roman (El esfuerzo y el ánimo) y el personal retrato del mundo del actor de Elisabet Cabeza (Màscares), entre otros.

Un punto culmen del festival ha sido la también visita de Carlos Saura el pasado 2 de octubre para presentar ante el público su última película, Io, Don Giovanni. El escritor, político y guionista Jorge Semprún también pisó el escenario del Ciné Lumière para hablar de su trabajo en Z, de Costa-Gavras, un día antes de la clausura del festival.

La publicación de esta edición, en 7 de octubre, coincide con el cierre del telón de este festival, evento que ya se ha hecho con un hueco dentro de la oferta cultural de Londres año tras año. Room in Rome, el primer trabajo en inglés de Julio Médem, es el filme encargado de poner el broche final de la sexta edición del consolidado 'Spanish Film Festival'.


Beatriz García / Ximena de la Serna
El Ibérico